Puedo volver sobre los pasos en la arena
Pan> queso< pan> queso< rallado
En la siesta de la noche tirarme a ver el mar
Morder lunático el pedazo que me toca
La mitad de la mitad partida
El cuartito lisérgico
Haberte dado la dicha y mis monstruos de plastilina
Torpes malabares para sostener el amor que se deshacia
Como el dique que no contuvo la ira de San Carlos Minas
Calle Homero Manzi
Ahora el cielo es una cortina de obispo
El auto no arranca
La grúa está en camino
Barrio Ampliación de lo incomprensible
El perro se cruzó endiablado
Un golpe seco
Y se perdió rengueando hacia el arroyo
La polenta en el taper
Puedo seguirte
Tantas caras conocidas en la ciudad anónima
Tantos rostros desconocidos en el pueblo infierno
El Duna transportado en cinta real a su nueva guarida
Hay un piquete en la esquina de casa
Piden agua que no queme la vida
Llevo varias cervezas en la sangre
No pienso bañarme
Ni tomar su veneno
Atardece más tarde por decreto
Pero en Kairos caen las sombras en el patio
No corto el pasto
Prefiero las flores salvajes a los canteros
Pensé en buscarte
Pero me contuvo un niño abandonado
Abrazado a la cruz
Prometió morirse antes de los 30
Y acá está
Sujeto a mis cabellos
En la senda que no se borra
martes, noviembre 18, 2008
martes, noviembre 11, 2008
conectividad y comunidad
Internet volvió a mi pc
Tengo ganas de escribir una Oda a la informatica
Gracias computadora Czerweny 10MB que me diste los primeros acordes de la era binaria
Soy de los que aprendí basicamente Basic y no Logo
Conecto la banda ancha -feliz de la vida en cuotas de la cooperativa local
Y en el inicio otra vez batallar con los troyanos en el disco de inicio
Perder ganar, y fluctuar
en el correo mejor ni haber clickeado
la sensación de vacío en el msn
hasta que se abre el blog
y aparece la intrincada red de intrínsecos exploradores
ustedes y nosotros (nadie está solo en su pellejo: acá están -frente al teclado negro- pdr, calavera, reimon, y otros tantos agazapados)
el/la comentarista exigente, el recíproco, el afectuoso, el distante, el crítico, el evasivo,
el/la que no coment
l@s otr@s
ahí veo que peinatequevienegente está nominado en alemania como mejor blog en español
-¿¡Coño!?
¿hace cuanto que leo, asisto a clínicas, discuto y escribo en este
extraño/able formato y todavía no entiendo de qué está hecho?
arte-comunicación-punk-cachondeo social-mercado
todo eso y más y menos que cero y uno
pero ahora:
¡gracias virtuales!
Aclaro: detesto los cyber, me arrepiento de las horas que paso frente a la pantalla, no soy-fui-seré un pc-machine, sí fui del PC y me da un pudor lascivo lo que publico.
Declaro: voten a Playo
miércoles, noviembre 05, 2008
noviembre calavera
Te piantaste la vida en un apretón de manos.
Amagaste la izquierda para el lado de la vía
y metiste la diestra en el guante de la desdicha.
El boleto de tren en el siniestro bolsillo del gabán
y esa llovizna helada
que sonaba en las chapas de zinc de la estación Mitre
calaba los huesos como tachuelas amaestradas.
Se despidió como en una película en blanco y negro
y dejo la estela de tu nostalgia
resumida en el grave pitido de locomotora.
Perdoná que te cante estas cuarenta,
pero no puedo disimular el ridículo embole
que me da tu sombría estampa cuando llega Noviembre
y nadie entiende a que viene tanto lirismo doliente.
Se fue con un apretón de manos
y te dejó la fragilidad de sus dedos en las palmas confundidas.
Esa mina no era buena.
Aunque el recuerdo te lastime con grandilocuencias de una belleza engañosa.
Esa mina tenía un quía, dos hijos, una casa, un laburo,
un sentido que no te pertenecía.
Esa mina te jodió,
y jodió una vez más el amor de esta raza macha.
Ese tren se llevó un cacho de tu bobo-corazón.
Ahí quedó el agujero por donde sopla el viento helado,
cuando te mordés las manos
y no podés consolar esa muda obsesión.
Es Noviembre, Calavera,
mandá el calendario a la mierda
y despedite de tanto invierno,
piantá de la vía y encaramate en otro tren,
que se nos acaban los abonos
y viene la parca disfrazada de botón.
Amagaste la izquierda para el lado de la vía
y metiste la diestra en el guante de la desdicha.
El boleto de tren en el siniestro bolsillo del gabán
y esa llovizna helada
que sonaba en las chapas de zinc de la estación Mitre
calaba los huesos como tachuelas amaestradas.
Se despidió como en una película en blanco y negro
y dejo la estela de tu nostalgia
resumida en el grave pitido de locomotora.
Perdoná que te cante estas cuarenta,
pero no puedo disimular el ridículo embole
que me da tu sombría estampa cuando llega Noviembre
y nadie entiende a que viene tanto lirismo doliente.
Se fue con un apretón de manos
y te dejó la fragilidad de sus dedos en las palmas confundidas.
Esa mina no era buena.
Aunque el recuerdo te lastime con grandilocuencias de una belleza engañosa.
Esa mina tenía un quía, dos hijos, una casa, un laburo,
un sentido que no te pertenecía.
Esa mina te jodió,
y jodió una vez más el amor de esta raza macha.
Ese tren se llevó un cacho de tu bobo-corazón.
Ahí quedó el agujero por donde sopla el viento helado,
cuando te mordés las manos
y no podés consolar esa muda obsesión.
Es Noviembre, Calavera,
mandá el calendario a la mierda
y despedite de tanto invierno,
piantá de la vía y encaramate en otro tren,
que se nos acaban los abonos
y viene la parca disfrazada de botón.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)