domingo, enero 24, 2010

x dadá


Olor a cigarrillos y perros
Una cama turca bajo el cuerpo tendido
Depresivos amarillos en la mesa de luz
La intemperie iluminada por un velador
Nada que decir
Oídos atentos a la gotera del calefón
Ninguna deuda con nadie
La entrepierna limpia
El corazón rojo salvaje
“Mente en blanco”
Repite la doncella en un mantra incierto
Cobijada en una celda de colchas con cuadros marrones
Bordados al croché por la abuelita que descansa en paz en Villa Adela
“Ayer nadie me habló”
A mi tampoco
Salvo un número desconocido brillando intermitente en el celular
No atendí
Otra vez no hicimos nada
Ni silencio
Todo el día escuchamos Sex Pistols, Joy Division y The Cramps
Fuimos a-tormenta-dadá-mente felices en verano

5 comentarios:

Anónimo dijo...

entre el automatismo y el azar.

marcos dijo...

para comentar el poema voy a usar un adjetivo que probablemente no exista, pero creo que se acerca a mi apreciación:

"alquímico".



el anónimo que comentó le metió mucha onda-dá, más allá de haber cerrado definitivamente el poema con un punto (.)

¿o fue el mismo autor?

Anónimo dijo...

no - autor
no - punto
da- no - da

Sebas Camargo dijo...

...............................................................................................................
por supuesto, antes, todo eso, antes. terrible. vi la escena. te juro que la vi. aceptacion. de otro modo. ojo. para mi la felicidad es una palabra occidental. hasta que no conoces los limites ( o hasta donde das vos) no podes decir nada. te aseguro. nada. el texto me impacto mucho. te lo dije. lo vi. eso quiere decir para mi que sos alguien que yo disfruto de leer.

abrazos cuvos

Anónimo dijo...

http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/radar/9-5946-2010-02-21.html

(para mi también la felicidad es una palabra occidental, thanks por ponerle palabras a las palabras)