sábado, marzo 20, 2010

X dejado



Ahí va Gustavo

En su toro rojo

Aún luciendo las estrellitas

Pegadas en ambos lado desde el cumple de quince de otra ahijada

Hija seguro de otro de sus no tan seguros amigos

(Existen algunas teorías al respecto: 1) o que tiene amigos imaginarios, 2) que todos somos imaginados, 3) que todos sus amigos sospechamos que tiene amigos virtuales, 4) y que existen, 5) incluso escuché una versión a lo Hichtcook diciendo que hasta su madre es una teatralización)

Pero volvamos a la autovía

Justo en el habitual retén de la policía recaudadora

La seña desviando el auto a la banquina

Y el robot uniformado buscando la falla sistémica que derive en una suma de dinero

Ahí estaba la patente atada con un alambre al paragolpes

Para disparar esa pregunta con la puntería de la retórica zonza

- Porque el dominio está así?

- El qué?

- La patente ¿porque está colgando?

Cuya respuesta se iluminó como la de un aprendiz de Koan, y levantando los hombros, bajaste la voz al límite de lo audible:

- Dejadez…

¿Acaso ese agente de la pasiva y cruenta acción burocrática podía sentirse ajeno al hastío?

Igual continuó con su rutina

Intentando disimular el desgano resistente que lo corroía hasta el tuétano azulado

Pidió papeles, corroboró el número de chasis y de motor

Hasta que finalmente cayó rendido ante la patente absurdidad de la escena

- Siga su marcha – te dijo escondiendo la avergonzada mirada del actor que descree de su personaje

Cansina, pero definitivamente

Trepaste al asfalto

Retomando la inercia del viaje

Que te lleva

En dejadez

Desapegado de la fugaz importancia de los objetos

Desprendido de la mochila de culpa social

Abandonado al movimiento

Sin aferrarte a la inestable solidez del tiempo

Para dejarse ir

Dejar de ser



2 comentarios:

Anónimo dijo...

esta muy bueno este de rutas. que dice gustavo de su referencia?

PDR dijo...

grasss.
gustavo le saco la foto a la caminera que ilustra el relato.
abrazo