viernes, octubre 17, 2008

don fucó y don jodo

Para Foucault el autor constituye un corte arbitrario determinado por reglas fijas de construcción y funcionamiento. El concepto de autor aparece hacia finales del Siglo XVIII en forma bastante difusa y abarcativa.
El autor es una función, una superficie y no la causa material del discurso.
El filósofo francés postula que “considerando las transformaciones históricas pasadas, parece ser que la forma, la complejidad e incluso la existencia de esta función, se encuentran muy lejos de ser inmutables. Podemos imaginar fácilmente una cultura donde el discurso circulase sin necesidad alguna de su autor..., desarrollándose en un generalizado anonimato”.
¿Que tan lejos estamos de esa cultura que nos libere del peso del autor?
Jodorowski contestó una serie de koans:
“¿Por qué no dejo de pensar?
Pensamos pero no somos nuestros pensamientos. Cuando nos identificamos con ellos, cesamos de ser nosotros mismos.
¿De donde surge un pensamiento y qué es?
Es un conjunto de palabras al que no se debe responder con otro conjunto de palabras. De un pensamiento surge otro pensamiento y así hasta el infinito. Pero decir “pan” no quita el hambre. Las ideas no tienen dueño, están en el mundo: son semillas de acciones”.
Amén.

1 comentario:

Anónimo dijo...

los que leen parece que no leen... sigue el baile sigue el baile al compas del tamborin... los mismos seres que me atacaron a mi por eso del copyright, leyeron a foucault!
como diria una amiga... eso es too much...

amen pablo, amen